Todavía tendremos que esperar un tiempo para conocer el verdadero impacto que la pandemia causada por la Covid-19 ha dejado en nosotros. Pero ya parece notarse en un fenómeno muy concreto: el aumento de perfiles de personas hipocondríacas.
Para quién ya vivía con obsesión la posibilidad de enfermar, estos años han tenido que ser una auténtica tortura al existir una “amenaza real” atentando contra su salud. Pero incluso muchas personas que antes no sentían este temor obsesivo a enfermar han comenzado a tenerlo.
Es evidente que a nadie le gusta estar enfermo y que todos nos preocupamos cuando sentimos algún síntoma extraño en nuestro cuerpo. Sin embargo, este temor natural alcanza unas cotas extremas, muy intensas y constantes en algunas personas hasta el punto de afectar su día a día. Estamos ante personas hipocondríacas y hoy nos gustaría hablar de este fenómeno para explicar qué es y cuáles son sus principales causas.
¿Qué entendemos por hipocondría?
Una persona que sufre hipocondría vive con una preocupación extremadamente intensa y un miedo constante y excesivo a padecer una enfermedad.
De hecho, en muchos casos, la persona hipocondríaca está totalmente convencida de que ya está padeciendo una grave enfermedad basándose en la interpretación subjetiva de algunos síntomas o señales que siente (o cree sentir) en su cuerpo. Basta que le cuenten que alguien ha fallecido de X enfermedad que se manifestó con Y síntomas, para que comience a experimentarlos todos hasta convencerse de que también padece esa enfermedad y, por lo tanto, podría llegar a morirse también.
Las personas hipocondríacas viven en constante angustia, sufrimiento e incomprensión porque piensan que nadie es capaz de detectar su enfermedad y, por lo tanto, no van a poder curarse a tiempo.
Principales causas de la hipocondría.
No existe una explicación científica demostrada que justifique por qué algunas personas interpretan de manera catastrófica ciertos signos corporales o creen sentirlos cuando en verdad no es así.
La conclusión a la que han llegado los psicólogos en Carabanchel a los que hemos preguntado es que, aunque es difícil hablar de causas, sí se pueden hablar de contextos en los que es más fácil que se desarrolle este trastorno psicológico, por ejemplo:
1.- Convivir con una persona hipocondríaca.
Es bastante común que quien vive con alguien que tenga una preocupación excesiva y obsesiva por su salud, termine sintiendo también esa preocupación. Al fin y al cabo, es lógico que si una persona vive siempre con angustia cualquier signo de enfermedad, el resto de familiares – especialmente los hijos – aprendan a interpretar de manera catastrófica y exagerada cualquier síntoma de su cuerpo.
2.- Haber padecido una enfermedad grave:
Algo que hasta cierto resulta comprensible, especialmente si esa enfermedad le ha causado mucho dolor o le ha hecho someterse a numerosas intervenciones o tratamientos duros. Incluso hay bastantes casos de personas que llegan a sentir psicológicamente algunos de los síntomas que tuvieron cuando enfermaron.
¿Puede tratarse la hipocondría?
Pues no es que pueda tratarse sino que resulta fundamental ponerse en manos de un equipo de profesionales para superar este problema y evitar que derive en cuadros de depresión y ansiedad.
De hecho, hemos consultado con un equipo de psicólogos en Pozuelo y nos han contado la eficacia de algunos tratamientos como el cognitivo conductual que aplican con éxito en su centro para trabajar con sus pacientes. Esta terapia se basa en la exposición a los síntomas de la enfermedad que el paciente cree padecer sin acudir al médico y el cuestionamiento de los pensamientos irracionales que tiene el hipocondríaco y que asocia a síntomas de enfermedades hasta que sea consciente precisamente de eso, de lo infundadas que son sus creencias y sentimientos.