La llegada de la pandemia ha alterado las prioridades de muchas personas. Algunas han llegado incluso a replantearse su profesión y a valorar si realmente quieren seguir trabajando en aquello que hacían hasta esos momentos o si dar un cambio de rumbo a su vida laboral. Pero claro, mientras tanto, deben seguir conservando su actual empleo. Y es entonces cuando surge la gran pregunta: ¿es posible trabajar y estudiar a la vez (sin volverse loco)? En este post te lo contamos.

Nuevos retos laborales

Además de tener nuevos retos o aspiraciones profesionales, también está el caso de muchas personas que deben reciclarse y ponerse al día en su empleo actual, algo que nos conduce a la misma situación: personas que tienen que combinar la realización de unos estudios profesionales con acudir a una jornada laboral. Hay muchas academias de formación profesional que ofrecen sus cursos a distancia para que la compatibilidad de trabajo y estudios sea posible.

A todas esas personas que se encuentran en esta situación, nos gustaría darles estos consejos básicos pero fundamentales cuando se trata de trabajar y estudiar a la vez:

1.- Elige con criterio lo que quieres estudiar:

Antes de nada, es fundamental que tengas claro qué estudios vas a comenzar y por qué. Analiza las opciones formativas, comprueba las materias que se impartirán en cada una, sus posibilidades para ampliar tus conocimientos y permitirte una posterior inserción laboral… Además, no olvides elegir unos estudios que se adapten a tus posibilidades, aptitudes, expectativas y tiempo libre.

2.- Planifica bien tu tiempo:

Una vez tomada la decisión de realizar esos estudios, el siguiente paso debe ser la planificación de tu tiempo. Cuando una persona trabaja, compatibilizar su horario laboral con el estudio puede ser muy duro si no existe una planificación bien detallada que evite las pérdidas de tiempo. Es necesario calcular el tiempo del que dispones para saber cómo distribuirlo teniendo en cuenta materias, exámenes y horas de estudio al día. No olvides incluir en esta planificación, tiempo para repasar y para tomarte tus descansos.

3.- No cuentes las horas que estudias al día:

El ritmo de vida de cualquier persona que trabaja es duro. Seguro que la mayoría de nosotros tiene la sensación de no tener suficientes horas al día para hacer todas las cosas que quiere. Por eso, es importante que no te obsesiones con estudiar X horas al día. Habrá ocasiones en las que cumplirás con las horas planificadas y otros días en los que quizás no sea posible porque salgas tarde del trabajo o estés más cansado. No olvides nunca que más horas de estudio no equivalen a más rendimiento si ese estudio se realiza en estados físicos que rozan el agotamiento.

4- Aplica técnicas de estudio y comienza por leer bien el temario:

Antes de iniciar al estudio, se debe leer con detenimiento el temario, subrayar lo más importante y realizar esquemas que ayuden a memorizar mejor el contenido. A partir de ahí, tendrás una visión global de lo que tienes que estudiar para poder organizar tus sesiones en el tiempo. Esto es algo aplicable tanto a las personas que intentan trabajar y estudiar a la vez, pero también para aquellas que, por desgracia, se han quedado sin empleo y buscan nuevas oportunidades para salir de esa situación.

5.- Actitud positiva:

La actitud lo es todo. Habrá días en los que apetezca tirar la toalla, pero no olvides que esa sensación es pasajera. Es evidente que te gustaría finalizar con éxito tu nueva aventura formativa, pero esto no lo es todo: lo importante es tener la tranquilidad de haberlo intentado de verdad, algo que debes recordar cuando tus ganas fallen. Aquí te dejamos un post que te ayudará a conseguirlo.