La famosa Ley D’Hondt en sistemas electorales. Solamente nos acordamos de ella cuando hay elecciones y, habitualmente, para quejarnos por lo «injusto» que resulta. Pero, ¿es así? ¿Se trata de un reparto no equitativo de los escaños o concejales? Es algo que llevábamos tiempo pensando en tratar y ahora que acaban de pasar las elecciones en Galicia, creemos que es buen momento. 

En Newstin somos aficionados a la política. Bajo ningún concepto nos podríamos definir como expertos o politólogos, pero sí que es verdad que nos gusta leer sobre el tema de diferentes fuentes para mantenernos informados. Es a partir de aquí donde nace nuestro gran interés sobre la política y todo lo que la rodea. 

Para empezar, la Ley D’Hondt no es más que un método de asignación de escaños de representación proporcional que fue creado por Victor D’Hondt, un matemático y jurista belga del siglo XIX. Esta fórmula no se utiliza únicamente en España, sino que es la elegida también en diversos países de Europa o también en Argentina y Chile, por poner solo unos cuantos ejemplos relevantes. 

Entiende ahora la Ley D’Hondt en sistemas electorales

La Ley D’Hondt en sistemas electorales se aplica para distribuir los escaños de un parlamento o similar entre diferentes partidos políticos en proporción a los votos que cada partido haya obtenido en las elecciones. El procedimiento consiste en una serie de divisiones sucesivas que determinan cuántos escaños obtiene cada partido en función de sus votos. 

Como mejor lo podemos entender es con un ejemplo muy sencillo y simplificado. Pongámonos en situación: un parlamento de 100 escaños y 3 partidos (A, B y C) compitiendo en las elecciones. El partido A obtiene 40.000 votos, el B consigue 30.000 y el C alcanza los 20.000. 

Lo primero que habrá que hacer es dividir el número de votos obtenidos por cada partido por números sucesivos: 1, 2, 3, y así sucesivamente, hasta que se asignen todos los escaños (en este caso, 100). 

  • Para el Partido A: 40.000 votos ÷ 1 = 40.000. 40.000 ÷ 2 = 20.000. 40,000 ÷ 3 = 13.333…
  • Para el Partido B: 30.000 votos ÷ 1 = 30.000. 30.000 ÷ 2 = 15.000. 30.000 ÷ 3 = 10.000… 
  • Para el Partido C: 20.000 votos ÷ 1 = 20.000. 20.000 ÷ 2 = 10.000. 20.000 ÷ 3 = 6.667…

A continuación, se ordenan los cocientes resultantes de cada división de mayor a menor y se asignan los escaños de manera secuencial a los partidos que tengan los cocientes más altos. En el ejemplo que estamos presentando en estas líneas, los primeros 100 cocientes se enumerarían de la siguiente manera (los partidos se identifican por letras A, B y C):

  • A: 40.000, 20.000, 13.333, 10.000…
  • B: 30.000, 15.000, 10.000…
  • C: 20.000, 10.000, 6.667…

Dado que hay 100 escaños, los primeros 100 cocientes se utilizan para asignar esos escaños. En nuestro ejemplo, el partido A obtendría 40 escaños, el partido B obtendría 30 escaños y el partido C obtendría 20 escaños. Como puedes imaginar, la Ley D’Hondt en sistemas electorales suele ser más compleja ya que nos solemos encontrar con múltiples circunscripciones. 

Principales ventajas de la Ley D’Hondt

  • Proporcionalidad relativa
    Sin duda, una de sus características más relevantes es que este sistema tiende a producir resultados que reflejan de manera más precisa la proporción de votos recibidos por cada partido. Los resultados electorales suelen reflejar más fielmente la voluntad de los votantes
  • Simplicidad y transparencia
    La segunda ventaja de la Ley D’Hondt en sistemas electorales tiene que ver con su método simple y transparente de asignación al basarse en una fórmula matemática clara y fácil de comprender. Esta transparencia puede contribuir a la confianza del público en el proceso electoral y en la representación democrática en general.

Y tú, ¿estabas al tanto de todas las características de nuestro sistema de reparto electoral?