El descrédito de la política es un fenómeno que afecta a democracias de todo el mundo, no solo a la española. La creciente desconfianza hacia los políticos y las instituciones gubernamentales plantea serios desafíos para la estabilidad y el funcionamiento de los sistemas democráticos. A continuación y a lo largo de este post, vamos a centrarnos en explorar las causas y consecuencias de este fenómeno, así como posibles vías para recuperar la confianza ciudadana en la política.

Parte de esta situación pueden achacarse a los bulos en política, pero sería un grave error centrarse únicamente en este aspecto. Al menos, así lo vemos. Las fake news son peligrosas y pueden minar la confianza en políticas e instituciones, pero este problema va mucho más allá. 

Causas del descrédito de la política

  • Corrupción. La corrupción es quizás el factor más evidente que contribuye al descrédito de la política. Los escándalos de corrupción, tanto a nivel local como nacional, minan la confianza en los líderes políticos y en las instituciones que representan. Cuando los ciudadanos perciben que los políticos actúan en su propio beneficio en lugar de servir al interés público, la desilusión y el cinismo se extienden.
  • Promesas incumplidas. Las campañas políticas suelen estar llenas de promesas grandiosas que rara vez se cumplen. Esta brecha entre las expectativas creadas y la realidad de las políticas implementadas genera frustración y desconfianza. Los ciudadanos se sienten engañados cuando los proyectos prometidos no se materializan o se implementan de manera deficiente.
  • Falta de transparencia. La opacidad en la toma de decisiones y la falta de rendición de cuentas también contribuyen al descrédito de la política. Cuando las acciones del gobierno no son claras y los procesos no son accesibles para el público, se crea un terreno fértil para la sospecha y la desconfianza.
  • Polarización política. La creciente polarización política, alimentada por los medios de comunicación y las redes sociales, exacerba la percepción negativa de la política. Los discursos extremistas y la falta de diálogo constructivo entre diferentes facciones políticas refuerzan la idea de que los políticos están más interesados en sus agendas partidistas que en el bienestar común.

Principales consecuencias de este fenómeno

  • Desafección ciudadana. La desconfianza en la política lleva a la desafección ciudadana, manifestada en la baja participación electoral y el desinterés por los asuntos públicos. Cuando los ciudadanos no creen en la efectividad del sistema político, son menos propensos a involucrarse en procesos democráticos, lo que debilita la legitimidad del gobierno.
  • Aumento del populismo. La desilusión con la política tradicional puede abrir la puerta al populismo. Los líderes populistas suelen capitalizar el descontento ciudadano, presentándose como alternativas a los políticos convencionales y prometiendo soluciones rápidas y sencillas a problemas complejos. 
  • Inestabilidad política. La falta de confianza en las instituciones puede resultar en inestabilidad política. Los movimientos de protesta y las manifestaciones son más frecuentes en contextos donde la desconfianza en la política es alta. Esta inestabilidad puede dificultar la implementación de políticas efectivas y erosionar aún más la confianza en el sistema.

¿Y qué podemos hacer para recuperar la confianza en la política? 

  • Transparencia y rendición de cuentas. Para restaurar la confianza, es crucial que los gobiernos sean transparentes en sus acciones y decisiones. La rendición de cuentas debe ser una práctica habitual y los ciudadanos deben tener acceso a información clara y veraz sobre el funcionamiento del gobierno.
  • Combatir la corrupción. Esto incluye fortalecer las instituciones de control, asegurar la independencia del poder judicial y fomentar una cultura de integridad en la política.
  • Cumplir promesas. Los políticos deben ser realistas en sus promesas y trabajar arduamente para cumplirlas. La honestidad y la coherencia entre el discurso y la acción son esenciales para reconstruir la confianza.
  • Fomentar la participación ciudadana. Involucrar a los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones puede ayudar a recuperar la confianza. Los mecanismos de participación, como consultas públicas y referendos, permiten a los ciudadanos sentir que sus voces son escuchadas y valoradas.

En conclusión, el descrédito de la política es un problema serio que requiere una acción decidida y concertada para ser superado. La transparencia, la rendición de cuentas, el combate a la corrupción y la participación ciudadana son elementos clave para restaurar la confianza en las instituciones democráticas y asegurar un futuro político más estable y justo.